jueves, 22 de marzo de 2012

Las listas de espera aumentan el 43% por los recortes de Mas en sanidad




El tijeretazo del presidente Artur Mas a la sanidad pública ha dilapidado el ambicioso plan para reducir las listas de espera que impulsó en 2000 un bisoño consejero de Economía llamado Artur Mas. Los recortes aplicados por la Generalitat en 2011 han hecho aumentar el 43,1% el número de personas en las listas de espera, que han pasado de 56.670 a 80.540. Es la peor cifra desde que en 2003 se introdujo el programa de choque diseñado por Mas para reducir las listas de espera. “Es el plan más ambicioso aplicado hasta ahora”, celebró el entonces consejero Mas. “Es un incremento asumible”, contrapuso ayer el consejero de Salud, Boi Ruiz, en una rueda de prensa en la que insistió en defender la reducción del 10% de presupuesto que Salud aplicó el año pasado.

Los recortes en sanidad del año pasado —de unos 900 millones de euros— han engrosado en más de 23.870 personas el número de pacientes que aguardan una intervención respecto a 2010. El tiempo de espera medio de los que fueron operados, por su parte, ha aumentado dos semanas (14,6 días), detalló Ruiz. “Lo importante es que esta caída de actividad no se ha trasladado en más presión a los procedimientos urgentes”, defendió el consejero. Este omitió que a partir del verano pasado, cuando la Generalitat intensificó las medidas de ahorro, el tiempo de espera para intervenciones relacionadas con tumores cancerígenos llegó a superar en ocasiones los 90 días en varios hospitales, periodo a partir del cual los médicos consideran que el retraso puede tener repercusiones para la salud.

“La demora solo se ha producido en los pacientes que podían esperar”, ha asegurado Ruiz en contra de las denuncias que el personal médico ha realizado a lo largo de este año. El consejero insistió en negar cualquier posible error de gestión para patologías urgentes y no entró a valorar la decena de denuncias interpuestas contra el Departamento por fallecimientos que los demandantes achacan a los recortes y el cierre de quirófanos. “El 60% de los pacientes de cáncer han iniciado tratamiento antes de 30 días”, defendió Ruiz, quien celebró que el aumento de las listas de espera ha sido menor del esperado por el Gobierno catalán.

Este deberá gestionar ahora unas abultadas listas de espera que amenazan con enquistarse durante años en la sanidad pública catalana. El objetivo de Salud para este año será reducir en el 2% el número de pacientes en espera, misión cuyo éxito apenas incidirá en el cuello de botella que provocan los 80.540 pacientes que aguardan una intervención quirúrgica.

El Departamento se excusó en que esta tendencia al alza es inevitable y no se debe en exclusiva a los recortes, sino al envejecimiento general de la población. “Este crecimiento vegetativo de la población hace aumentar cada año la demanda de operaciones en unas 5.000 o 6.000 intervenciones”, defendió el director del Servicio Catalán de la Salud (Catsalud), Josep Maria Padrosa. En 2011, los recortes forzaron a los hospitales catalanes a reducir en 21.792 el número de operaciones. “Un número relativamente pequeño en relación con el total de 140.349 intervenciones realizadas”, defendió Padrosa. Este aseguró que la elevada edad de la población catalana habría incrementado en el 11% las listas de espera aunque no se hubiera realizado ningún ajuste presupuestario. Padrosa, sin embargo, no explicó por qué en todos los años anteriores a los recortes las listas de espera siguieron disminuyendo aunque la población catalana siguió cumpliendo años.

“Se han logrado mantener las prestaciones gracias al esfuerzo y las renuncias de los profesionales de la salud”, dijo Ruiz en referencia a la reducción salarial que Salud ha aplicado al personal sanitario y que en algunos casos ha superado el 30% de la nómina por la reducción de complementos salariales como las horas extra.

El único error de gestión que reconoció Ruiz, aunque achacó las culpas al Gobierno central, consiste en el gasto en medicamentos: el presupuesto farmacéutico se desvió en unos 400 millones de euros respecto a lo previsto inicialmente por Salud. La factura anual, que la Generalitat había fijado en 1.285 millones de euros, se hinchó hasta los 1.692 millones. Este gasto, que la Generalitat aspira reducir este año en el 26%, centra el recorte del 4,7% previsto para la sanidad pública catalana en 20
“Son resultados positivos”, defendió Ruiz. Se trata del último balance de listas de espera que Salud presentará públicamente según los antiguos criterios que estableció el anterior gobierno tripartito y mediante los que garantizaba un plazo máximo de seis meses para ser operado de 14 patologías distintas. La reforma de la gestión de las listas de espera, que hasta ahora Salud ya había anunciado reiteradamente, será aprobada por el consejo de dirección del Catsalud el próximo lunes, señaló Padrosa. Este nuevo sistema de gestión hace más estrictos las condiciones que debe cumplir el enfermo para que el médico pueda incluirlo en la lista de espera, lo que dificultará el cálculo del tiempo real que permanece un paciente aguardando la intervención quirúrgica.

“La demora solo se ha producido en los pacientes que podían esperar”, ha asegurado Ruiz en contra de las denuncias que el personal médico ha realizado a lo largo de este año. El consejero insistió en negar cualquier posible error de gestión para patologías urgentes y no entró a valorar la decena de denuncias interpuestas contra el Departamento por fallecimientos que los demandantes achacan a los recortes y el cierre de quirófanos. “El 60% de los pacientes de cáncer han iniciado tratamiento antes de 30 días”, defendió Ruiz, quien celebró que el aumento de las listas de espera ha sido menor del esperado por el Gobierno catalán.

Este deberá gestionar ahora unas abultadas listas de espera que amenazan con enquistarse durante años en la sanidad pública catalana. El objetivo de Salud para este año será reducir en el 2% el número de pacientes en espera, misión cuyo éxito apenas incidirá en el cuello de botella que provocan los 80.540 pacientes que aguardan una intervención quirúrgica.

El Departamento se excusó en que esta tendencia al alza es inevitable y no se debe en exclusiva a los recortes, sino al envejecimiento general de la población. “Este crecimiento vegetativo de la población hace aumentar cada año la demanda de operaciones en unas 5.000 o 6.000 intervenciones”, defendió el director del Servicio Catalán de la Salud (Catsalud), Josep Maria Padrosa. En 2011, los recortes forzaron a los hospitales catalanes a reducir en 21.792 el número de operaciones. “Un número relativamente pequeño en relación con el total de 140.349 intervenciones realizadas”, defendió Padrosa. Este aseguró que la elevada edad de la población catalana habría incrementado en el 11% las listas de espera aunque no se hubiera realizado ningún ajuste presupuestario. Padrosa, sin embargo, no explicó por qué en todos los años anteriores a los recortes las listas de espera siguieron disminuyendo aunque la población catalana siguió cumpliendo años.

“Se han logrado mantener las prestaciones gracias al esfuerzo y las renuncias de los profesionales de la salud”, dijo Ruiz en referencia a la reducción salarial que Salud ha aplicado al personal sanitario y que en algunos casos ha superado el 30% de la nómina por la reducción de complementos salariales como las horas extra.

El único error de gestión que reconoció Ruiz, aunque achacó las culpas al Gobierno central, consiste en el gasto en medicamentos: el presupuesto farmacéutico se desvió en unos 400 millones de euros respecto a lo previsto inicialmente por Salud. La factura anual, que la Generalitat había fijado en 1.285 millones de euros, se hinchó hasta los 1.692 millones. Este gasto, que la Generalitat aspira reducir este año en el 26%, centra el recorte del 4,7% previsto para la sanidad pública catalana en 2012.

“Son resultados positivos”, defendió Ruiz. Se trata del último balance de listas de espera que Salud presentará públicamente según los antiguos criterios que estableció el anterior gobierno tripartito y mediante los que garantizaba un plazo máximo de seis meses para ser operado de 14 patologías distintas. La reforma de la gestión de las listas de espera, que hasta ahora Salud ya había anunciado reiteradamente, será aprobada por el consejo de dirección del Catsalud el próximo lunes, señaló Padrosa. Este nuevo sistema de gestión hace más estrictos las condiciones que debe cumplir el enfermo para que el médico pueda incluirlo en la lista de espera, lo que dificultará el cálculo del tiempo real que permanece un paciente aguardando la intervención quirúrgica.

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/03/21/catalunya/1332363175_584279.html

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